Apenas tenía 8 años cuando Dani terminó de leer La Historia Interminable, así que fue corriendo a la habitación de su hermano mayor Álex a contarle que por fin lo había acabado.
– ¡Álex, Álex, ya me terminé La Historia Interminable! Resulta que al final sí que se terminaba.
– Pero bueno, ¿ya has vuelto a llevarte otro libro de mi habitación a escondidas?
– Uy, perdona – dijo el pequeño con una risa traviesa. Con la emoción de contarle a su hermano que había terminado el libro, había olvidado que lo había cogido sin su permiso.
– Anda trae – dijo Álex quitando el libro a su hermano con media sonrisa, ya que en realidad no le importaba que su hermano pequeño leyera sus libros.
– Ojalá pudiéramos conocer a Atreyu y Fujur.
– ¿Eso te gustaría? Pues este libro es un libro muy especial.